Atrévete a soltar
Muchos lo hemos vivido o lo estamos viviendo, pero no queremos despertar a eso que nos resuena y nos hace eco, porque tenemos miedo a lo desconocido, y preferimos quedarnos con lo que ya sabemos controlar, sin darnos cuenta que mantener ese control nos está cobrando la paz de nuestro interior.
Todo el tiempo estamos pensando en el futuro, y recordando el pasado, por lo que mejor nos adelantamos a los hechos, pues el "sexto sentido" nos "está avisando" que nos pongamos alerta.
Ese yo que se preocupa, el que pierde el control, el que se desespera, el que se entristece, el que se siente víctima, descubre que puedes ser un yo diferente; un yo pleno, un yo satisfecho, un yo responsable, un yo feliz, en el entendido de que viviste lo que se tenía que vivir, sin hacer líos en tu cabeza por lo que podría o no suceder.
No es fácil, precisamente yo me estoy enfrentando a ese cambio, y me estoy aferrando a algo, ese algo, es la paz que siento cuando estoy con mi mente en blanco, disfrutando del aire fresco que sopla en mi rostro, disfrutando el agua fría recorrer mi cuerpo cuando muero de calor, disfrutar del alivio de beber agua cuando me estoy deshidratando o quitarme esos zapatos que le hicieron una mal jugada a mis dedos, y cosas como estas, que pasamos por alto, pero recuerda, ¿Qué sientes cuando lo estás viviendo? ¿No es realmente placentero? ¿No te gustaría sentirte así siempre?
Entonces, por qué nos aferramos a buscar la felicidad en algo o alguien, mira a tu alrededor y guarda silencio, dale oportunidad a tu interior de hablar, deja de darle órdenes, pues ahí es donde encontrarás que estás lleno de opciones para ser feliz,
Sólo... atrévete a soltar.
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